Goldman Sachs se embarca en la mayor campaña de reducción de costos desde la crisis financiera

Goldman Sachs se ha embarcado en su mayor ejercicio de reducción de costos desde la crisis financiera, con el prestamista de Wall Street revisando todos los gastos, desde sus aviones privados hasta los gastos en una nueva unidad de tecnología y consumo.

La revisión de gastos se produce cuando Goldman comienza a recortar más de 3.000 puestos de trabajo, y muchos empleados en Londres y Nueva York conocerán su destino el miércoles. Los banqueros de inversión también se preparan para una reducción del 40% o más en sus bonos anuales.

Ericka Leslie, directora administrativa del banco, se ha convertido en una figura central de la revisión bajo la dirección del presidente de Goldman, John Waldron, según varias personas informadas del asunto. El ejercicio se produce cuando el prestamista se prepara para una posible recesión y otro año de deslucidas fusiones y adquisiciones y actividad en los mercados de capitales.

Una de las áreas más sensibles que Leslie está sondeando es el gasto de Goldman en dos jets Gulfstream, dijeron las personas. El prestamista compró los aviones en 2019 bajo la dirección del presidente ejecutivo David Solomon, revirtiendo una política de larga data de alquilar aviones privados de NetJets.

La decisión de no ser dueño de sus propios aviones y en su lugar alquilarlos, había sido un motivo de orgullo para algunos de los más parsimoniosos de la vieja guardia de Goldman, aunque cuando el banco adquirió el avión, dijo que la medida reduciría los costos.

Goldman también está revisando sus gastos de viaje por el banco, conferencias y proveedores externos, dijo una de las personas. 

"Estamos analizando los gastos en todos los rincones de la firma, por lo que es ridículo centrarse en un solo segmento o partida", dijo Goldman.

Solomon, consejero delegado desde 2018, ha sido incapaz de salvar una brecha de valoración en bolsa que se ha abierto con su rival de toda la vida Morgan Stanley.

Está bajo presión para reducir los costos después de que el beneficio neto se deslizó un 44% en los primeros nueve meses del año. Ello ha dejado a Goldman con dificultades para generar un rendimiento del capital tangible superior al 14%, un objetivo de rentabilidad crucial que Solomon fijó en 2020. El objetivo se incrementó a entre el 15% y el 17% el año pasado.

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Los cambios de Goldman Sachs

La revisión de costos supone un brusco cambio respecto a la generosidad de 2021, cuando Goldman y sus homólogos de Wall Street se lanzaron a una fiesta de contrataciones durante un histórico auge de las operaciones y el comercio en el segundo año de la pandemia de Covid-19.

En medio de una feroz guerra por el talento, Goldman aumentó los salarios del personal de primer año hasta US$ 110 mil e incrementó en más de un 40% el pool de bonos para los banqueros de inversión.

Sin embargo, Goldman sintió más la caída en los ingresos del año pasado, ya que tiene una mayor dependencia de los ingresos por asesoramiento de fusiones y adquisiciones que sus pares más diversificados.

Leslie trabajará en estrecha colaboración con Stephanie Cohen, otra ejecutiva de Goldman, en la creación de una unidad de consumo y tecnología denominada "Platform Solutions", centrada especialmente en controlar los costes de la unidad. 

Cohen fue anteriormente codirectora de la ahora desaparecida división de gestión de patrimonio y consumo de Goldman y desde entonces se le asignó la dirección de la nueva unidad. La división incluye su asociación de tarjetas de crédito con Apple y General Motors, así como su negocio de préstamos en línea GreenSky, que adquirió el año pasado por US$ 2.200 millones.

A pesar de la amplia revisión de los gastos, Goldman tiene previsto celebrar el mes que viene una reunión fuera de Miami para varios de sus socios nuevos y existentes, según personas familiarizadas con el asunto. El banco considera que el evento es importante para que los socios discutan la dirección del negocio y se reducirá en relación con años anteriores, dijo una de las personas.

Algunos directivos han expresado sus reservas sobre la celebración del acto semanas después de despedir a miles de empleados.